domingo, 21 de abril de 2013

La película que nunca podrás ver

"Already 20,000 years ago that the Earth burst... man conquered the Galaxy, 
but he realizes that he still lives on an Island: the Galaxy itself is encircled 
by an insuperable Magnetic Wall. No one could cross it..."


Jodorowsky's Dune (1974-1976) fue el primer intento de adaptación de la clásica novela de ciencia ficción escrita por Frank Herbert. En un principio se barajó a David Lean para dirigirla, pero como era de esperar, el director británico rechazó la oferta. En diciembre del 74 los derechos cambiaron de propietario y fue entonces cuando colocaron a Alejandro Jodorowsky a la cabeza. Pero lo curioso es que la maldición no llegó hasta ahí, años más tarde los Laurentiis se hicieron con los derechos y la película estuvo en manos de Ridley Scott antes de ser por fin terminada por David Lynch, aunque con un desastroso montaje de los productores que la empujó al fracaso.

En aquel intento el bueno de Jodo formó un equipo tan impresionante que terminó convirtiéndose en una utopía, y tuvo que ser cancelada por el enorme presupuesto que se había gastado ya en pre-producción. Además, se dice que el guión era del tamaño de una guía telefónica y estaba previsto que durase 10 horas divididas en tres partes.


En dicho equipo se encontraban Dan O' Bannon -por entonces encargado de los efectos especiales- y los diseñadores Christopher Foss (naves espaciales), Hans Rudolf Giger (palacio Harkonnen, gusanos...) y Jean Giraud "Moebius" (personajes, vestuarios...), que trabajaron en más de 3.000 dibujos que nunca verían la luz. Claro que tampoco cayeron en saco roto, puesto que el espectacular trabajo que llevaron a cabo cambió para siempre la ciencia ficción, la influencia posterior es tal que probablemente sea la película inacabada más importante de la historia del cine. Star Wars fue la primera en coger el testigo, ya que aparte de las similitudes con su universo, el propio O' Bannon trabajó en ella, pero es que también lo haría años después en Alien junto a los tres artistas mencionados. Hoy, ambas son piedras angulares del género.


Para la banda sonora hubo varias opciones. Una de las principales fue la del grupo de rock progresivo Magma, pero tras una visita del chileno a Abbey Road Studios, la definitiva apuntaba nada más y nada menos que a los Pink Floyd de aquella época.

En cuanto al reparto, Jodorowsky había reservado a su hijo el papel de Paul Muad’Dib, pero más allá de algunas ideas que no se consumaron, como Mick Jagger para Feyd-Rautha, teníamos a David Carradine para hacer del Duque Leto Atreides, Gloria Swanson como Gaius Helen Mohiam y a un por entonces obeso Orson Welles que haría del Barón Harkonnen. Sin embargo la guinda del pastel vendría con el excéntrico maestro del surrealimo, Salvador Dalí, que encarnaría al Emperador Shaddam IV. Dalí puso una serie de condiciones desorbitadas tales como utilizar un trono-váter diseñado por él mismo que separaría la orina de las heces a través de las bocas de dos delfines cruzados, cobrar 100.000 dólares a la hora y no permitir ser dirigido, en su lugar elaborarían un juego en el que el director le haría preguntas a él para saber cómo quería interpretar cada situación. Alejandro estaba conforme y el artista español aceptó usando una carta de su propia baraja de Tarot como "contrato".

En un suplemento de la revista Métal Hurlant se le hizo una entrevista a Jodorowsky sobre todo esto, ahí se recogen bastantes datos interesantes del proceso, pero quien quiera saber más también puede consultar la página Dune - Behind the Scenes, que tiene muchísima información y multitud de diseños rescatados.

Suplemento Métal Hurlant #107

Además de la enorme influencia, lo positivo que podemos extraer del proyecto es que catapultó las carreras de los que trabajaron en él, acercando al propio Jodorowsky al mundo del cómic, en el que dio a luz excelentes obras en colaboración con Moebius y otros grandes artistas. El Incal o La casta de los Metabarones son buenos ejemplos.

Hay en marcha un documental titulado Jodorowsky's Dune en el que se pretende recopilar toda esa información sobre el proyecto, así como una serie de entrevistas con los que colaboraron en él. En principio debería salir durante el presente 2013.


A estas alturas sería imposible retomarlo, la mayor parte del personal y de los actores ya no se encuentran entre nosotros, Pink Floyd se separaron... pero pienso que en cierto modo aún podría aprovecharse todo el material para hacer un film de animación tradicional, sería si cabe más fiel y no tendría las dificultades económicas ni causaría el grotesco impacto que hizo que los productores dejasen de apoyarlo. René Laloux hubiese sido el director ideal para llevarlo a cabo, pero dado que falleció hace años, quizás podría hacerlo el propio Jodorowsky con ayuda de Philippe Druillet, que no solo era el suplente de Moebius sino que pertenecía a su misma "escuela francesa".


Desde luego hay algo de lo que estoy totalmente convencido, juraría que lo leí en algún sitio pero no recuerdo dónde, y es que la industria cinematográfica no estaba preparada para recibir algo así. El talento y la ambición sobrepasaron los límites.

Seguiremos soñando con ello. 

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